Este particular pasaje, en forma de X o de cruz, está ubicado en Parque Chacabuco. Lleva el nombre de la donante del terreno, Azucena Butteler, una acaudalada mujer que vivió en los inicios del siglo pasado. Sus cuatro diagonales con forma de trapecio desembocan en la plaza central, que lleva el nombre de Enrique Santos Discépolo. La manzana está delimitada por las calles Zelarrayán y Senillosa, y las avenidas Cobo y La Plata. La particularidad del pasaje no termina en su trazado, las calles son tan angostas que es común ver a los autos estacionar con dos ruedas sobre la calzada  y las otras sobre la acera. Otra de su particularidad es lo errático de su numeración: frente a la casa número 5 se encuentra la  casa número 88, por eso se dice graciosamente que el pasaje es “un laberinto para los carteros” Hace unos años, algunos vecinos pintaron los frentes de sus casas de colores. Muchas pinturas hacían referencia al Club San Lorenzo, cuya sede está ubicada a sólo tres cuadras. Por eso siempre se lo referenció con el club, cuya barra lleva el mismo nombre que el pasaje.

Nota: la imagen pertenece al diario La Nación