Primera nomenclatura de las calles de Buenos Aires
Se realizó tomando en cuenta los nombres de santos. Hasta ese momento, cuando las calles no tenían nombre, la identificación era algo curiosa. Se las distinguía tomando en cuenta las casas de los vecinos influyentes o de los edificios públicos, templos y conventos de las cercanías. También había otras particularidades para distinguir una calle de la otra. Por ejemplo, la calle Perú, donde actualmente está situada la Legislatura de la Ciudad Autónoma, se la conocía como la calle “del pino”, por el árbol que se alzaba en el lugar. Con la nomenclatura de las calles se dispuso también que todas las paredes se pintaran de blanco. Lo que lamentablemente no cambió, y se extendió por muchos años más, fue la falta de higiene en las calles porteñas. Las cloacas eran inexistentes y no había ningún tipo de recolección de residuos y esto, sumado a que las calles eran de tierra, hacía casi imposible mantener la limpieza en ellas.