Nació en Buenos Aires el 19 de agosto de 1855 y falleció en la misma ciudad el 1 de enero de 1929.

Se recibió de abogado y fue designado Intendente de Buenos Aires por el Presidente de la Nación Luis Sáenz Peña, cumpliendo su mandato desde el 20 de junio de 1893 hasta el 20 de agosto de 1894. 

Varias obras pueden destacarse en su gestión, sin embargo la inauguración de la Avenida de Mayo el 9 de julio de ese último año, fue la de mayor relevancia. 

La misma había sido presentada por el primer Intendente de Buenos Aires, Torcuato de Alvear, en sus intentos por transformar a la Ciudad en una urbe moderna, en función de su designación como capital de la Nación.

El proyecto, inspirado en los bulevares parisinos, buscaba facilitar el tráfico comercial con el puerto, mejorar las condiciones higiénicas de la ciudad y conformar su centro histórico y cívico de acuerdo a los estándares de la época. 

La ampliación de la primera avenida de la ciudad, demoró más de 10 años y se extendió a través del mandato de 8 intendentes despertando fuertes críticas y oposición. Sin embargo su inauguración fue pomposa como pocas e incluyó una procesión de antorchas y fuegos artificiales digna de una capital europea.    

Otra de las obras que tenían como fin embellecer la fisonomía de la ciudad, eran las vinculadas a los espacios verdes. Durante su gobierno y teniendo al arquitecto-paisajista Carlos Thays al frente de la Dirección de Paseos y Jardines, se ensanchó el Parque 3 de Febrero y se proyectaron los lagos, que más tarde se impondrían dentro de la denominación popular de esta área, como “Los Lagos de Palermo”.

Asimismo en virtud de la compra de la Municipalidad de uno de los jardines más bellos del momento a Doña Ángela de Álzaga, comienzan las tareas para la apertura al público del Parque Lezama en homenaje a su difunto marido, Gregorio. 

En materia de sanidad, comenzaron las tareas de rediseño de la antigua Casa de Aislamiento para convertirla en un nosocomio que atendiera a pacientes con enfermedades infecciosas, más tarde conocido como Hospital Dr. Francisco J. Muñiz. 

La ciudad le rinde homenaje con una avenida en el barrio de Barracas que lleva su nombre.