En la fecha, Eduardo Newbery, hermano de Jorge, se ´preparó para ascender en el famoso Pampero. No era la primera vez que lo hacía. Había invitado a Tomás Owen, uno de sus mejores amigos, a ascender junto a él. Pero Owen nunca llegó. Cuestiones del destino, su lugar fue ocupado por el sargento Eduardo Romero, presente en el lugar. Alrededor de las 17 el Pampero comienza su ascenso. El descenso estaba calculado en la zona de la Pampa central. Los viajeros fueron despedidos calurosamente por la gente que se había arremolinado a ver una nueva partida del Pampero. Pero el descenso previsto nunca llegó. El país estaba en vilo por la suerte de los dos tripulantes. Los rumores decían que habían sido vistos en las costas del Brasil, mientras otros aseguraban que había restos del globo muy cerca de Montevideo. Pero nada era cierto. El Pampero y sus dos tripulantes jamás aparecieron

Nota: la imagen pertenece al Archivo General de la Nación