En 1930 el Presbítero Di Pasquo celebraba misa todos los domingos en las calles de Villa Luro y Vélez Sarsfield. Un mes después, se levanta una carpa en las calles Cervantes y San Blas para celebrar allí la liturgia. En 1931 se inaugura un templo precario de chapas de zinc y maderas, en la locación actual: Cervantes 1150 (Floresta) La labor del presbítero era apoyada por familias adineradas, como la de las hermanas Rivero. Ellas ofrecen donar los recursos necesarios para la construcción de un templo con la condición que el mismo sea puesto bajo la advocación de San Ramón Nonato, en homenaje a su padre, Ramón Rivero, quien había fallecido recientemente. El 2 de septiembre de 1939 el Cardenal Copello inauguró formalmente el templo. San Ramón Nonato tuvo un nacimiento difícil: pese a que su madre muere en el parto, él logra sobrevivir milagrosamente. Por eso es considerado el patrono  de las embarazadas y parturientas.

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