El ERP ataca el Batallón 601 de Arsenales en Monte Chingolo.

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Un día como hoy hace 48 años…

 

23 de diciembre de 1975: El ERP ataca el Batallón 601 de Arsenales en Monte Chingolo.

 

 A las 7 de la mañana del 23 de diciembre de 1975, vísperas navideñas, una mujer y tres hombres jóvenes bajan de un camión estacionado a una cuadra del pabellón de arsenales 601. El pabellón era conocido como Domingo Viejo Bueno de Monte Chingolo, partido de Lanús, a tan sólo 10 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Los jóvenes arman una mesa y ponen sobre ella botellas de sidra y pan dulce para una aparente venta. Rápidamente la voz corrió entre los vecinos del  barrio. A las 18.30 de esa tarde, los jóvenes suspenden la venta y se sacan la ropa que llevan puesta. Debajo de las mismas vestían pantalones y camisa verde oliva. Sacaron decenas de armas dentro de las cajas de mercadería y avanzaron en posición de ataque hacia el portón del pabellón 601. Era el comienzo de lo que luego se conocería como “la Batalla de Monte Chingolo” Los guerrilleros a bordo del camión chocaron contra el portón principal y entraron al cuartel. El conductor murió en el acto por los disparos de la guardia al mismo tiempo que el camión se incrustaba en un árbol. Los atacantes saltaron del vehículo y comenzaron a disparar. Detrás del camión entraron nueve coches que se distribuyeron en forma de abanico, de los cuales bajaron 60 guerrilleros del ERP  a los tiros. Los atacantes nunca imaginaron que estaban cayendo en una emboscada. El Ejército argentino estaba al tanto que iban a atacar el batallón, pero para no espantar a los guerrilleros, los mandos militares decidieron reforzar la guardia y ocultarse en todos los rincones del batallón. Los guerrilleros se dieron cuenta que habían caído en una trampa cuando ya estaban dentro del cuartel. Los trágicos sucesos de Monte Chingolo tuvieron como protagonistas a 200 guerrilleros del ERP, a más de un millar de militares y miles de inocentes, estos últimos vecinos de las casas  cercanas.  Pero el gran protagonista de este sangriento ataque fue un hombre llamado Jesús Ranier, apodado “El Oso” Ranier era un agente del Servicio de Inteligencia del Ejército infiltrado en el ERP. Este hombre fue el que probablemente haya cambiado el curso de la historia al alertar a las fuerzas de un posible ataque a un Regimiento. Los militares usaron esta información y se prepararon para el día del ataque. Ese día, una lluvia de balas cayeron sobre los guerrilleros y, lo que iba a ser un ataque sorpresa resultó al revés.