Monseñor Federico Aneiros, obispo de Buenos Aires, organizó esta primera peregrinación con el objeto
de agradecerle a la Virgen de Luján “la cesación del flagelo de la fiebra amarilla” Recordemos que dicha
epidemia provocó un caos social y político en la ciudad entre febrero y abril de ese año. Desplazamientos,
miles de muertos y el desborde de una ciudad que no estaba preparada para un acontecimiento de esa
magnitud.
A partir de esa primera convocatoria, cada año en el mes de octubre, millones de peregrinos se desplazan
hasta la Basílica, ubicada a más de 70 km de nuestra ciudad.Actualmente la peregrinación a Luján está
considerada como una de las manifestaciones religiosas más importantes y significativas del mundo.
Nota: la imagen pertenece a Infobae