Dividido en dos secciones temáticas, presenta la investigación sobre los procesos constructivos y la historia del Palacio por un lado y la restauración de dos pinturas de caballete, por el otro, proponiendo revalorizar el legado cultural heredado.

“Desde 1880, cuando el Congreso Nacional declaró a la Ciudad como capital de la República Argentina y la Legislatura provincial cedió a esos efectos el territorio del municipio de la Ciudad de Buenos Aires, el cuerpo legislativo realizó sus actividades en diferentes edificios. Primero funcionó en el Cabildo; luego en un inmueble ubicado en la calle Victoria (actualmente Hipólito Yrigoyen), que se alquilaba para esos fines; por último, en Perú 272, en la llamada Manzana de las Luces.

 

En 1925 se decide, mediante un llamado a concurso de proyectos, construir un edificio acorde para alojar al Concejo Deliberante. Resulta elegido el proyecto del joven arquitecto Héctor Ayerza, que logró interpretar y organizar de manera creativa, en un terreno no convencional, un espacio funcional magníficamente implantado.

 

La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires guarda en su arquitectura, sus salones, rincones y detalles, la memoria de un pasado cargado de innumerables huellas de hechos históricos y culturales, transformando su legado material en mudo testigo de encuentros y desencuentros.

 

El patrimonio de una comunidad, sea tangible o intangible, confirma un lazo inseparable con la identidad de ese lugar. Por eso, es necesario tomar conciencia de que el patrimonio es de todos y somos todos responsables también de su cuidado.

 

Para una mayor visión y agilidad de lectura, el presente trabajo se ha dividido en dos partes: Patrimonio Arquitectónico, sus Creadores y Patrimonio Artístico, su Conservación – Restauración.