Se desempeñó como Intendente de la Ciudad de Buenos Aires, entre el 20 de octubre de 1904 y el 16 de marzo de 1906, durante la Presidencia de Manuel Quintana.

Sucedió a Alberto Casares en su cargo y posteriormente renunció, siguiendo la costumbre de la época, cuando el Presidente Quintana falleció.

Durante su breve gestión prosiguió las obras de pavimentación de plazas y paseos. Se produjo la reemplazo total de la tracción a sangre por la eléctrica, mediante el uso de los tranvías, y estos extendieron sus líneas a distintos barrios del municipio.

La edificación aumentó considerablemente acordándose más de 10.000 permisos y los hospitales recibieron importantes mejoras en infraestructura. 

La ciudad le rinde homenaje con una calle en el barrio de Villa Ortúzar.