El barrio nace por un pedido de los vecinos del Partido de San José de
Flores, quienes le piden a Valentín Alsina, Ministro de Gobierno de la
Provincia de Buenos Aires, la división del partido por el incesante
crecimiento de la población. La petición fue aceptada y el gobierno, sin
ceremonia ni actas, funda un pueblo delimitado por las actuales 11 de
Septiembre, Crámer, Monroe y La Pampa. El nombre elegido es,
obviamente, un homenaje a Manuel Belgrano, cuyo fallecimiento se
produjo unos años antes. Pasados apenas unos meses de su fundación,
Belgrano es elegido como pueblo judicial de campaña. Se le asigna una
jurisdicción tan grande que incluso la casa de Juan Manuel de Rosas,
ubicada en el actual barrio de Palermo, quedaba dentro de sus límites. El
día de la festividad de la Inmaculada Concepción, se inauguran las obras
de restauración de la capilla ubicada sobre las barrancas. Como en su
momento no hubo ceremonia de inauguración del barrio, la restauración
de la Capilla de la Inmaculada Concepción constituyó un evento público
importante al que asistieron autoridades políticas, eclesiásticas y más de
cien vecinos que llegaron en exclusivos carruajes. Los años fueron
pasando y el constante aumento de la población trajo cambios
significativos. Ya en 1857 el barrio contaba con su primera escuela
exclusivamente para niñas y, dos años después se levantaba otra para
varones. Belgrano fue uno de los pueblos más beneficiados por aquellas
épocas de los cambios e innovaciones que traía el progreso en una
Argentina floreciente. A la construcción de los mencionados
establecimientos escolares, se suma la llegada de las diligencias, el tranvía
y el ferrocarril. Posteriormente la llegada de agua potable, el alumbrado y
las primeras líneas telefónicas hicieron su aporte a una zona que crecía a
pasos agigantados. Y fue aquí donde, tras la finalización de la Revolución
del ´80, el Congreso sanciona en 1880 la Ley, ratificada posteriormente
por la actual Legislatura porteña, donde se declara a Belgrano capital de la
República. Los vaivenes de este hermoso barrio porteño no terminan allí.
En 1883 elevan a Belgrano a la categoría de ciudad. En 1887 queda por fin
sancionada la ley para ceder el Partido a la Capital Federal y formar parte
de los barrios porteños. Curioso destino de Belgrano que, en poco más de

treinta años fue sucesivamente pueblo, ciudad, barrio y capital de la
República
Nota: Parroquia Inmaculada Concepción. Imagen perteneciente al diario
La Nación