Luis Agote

 


El 9 de noviembre de 1914, en el Hospital Rawson de nuestra ciudad, el médico e
investigador Luis Agote marcaba un hito en la historia de la medicina
internacional. Un avance científico que salvaría millones de vida en todo el
mundo. Agote crea un método para aplicar en las transfusiones de sangre que
impide que el fluido se coagule en el recipiente que lo contenía. La clave era la
utilización del citrato de sodio, compuesto químico que permitía mantener la
sangre en estado líquido para su transfusión. Antes de su descubrimiento, los
pacientes tenían pocas posibilidades de tener un desenlace feliz, ya que el
procedimiento antiguo era la transfusión conectando la arteria del donante a la
vena del paciente. Procedimiento de altísimo riesgo que incluía lesiones graves,
enfermedades como la trombosis, infecciones de todo tipo e incluso la muerte.
Los científicos coincidían en que la transfusión debía ser directa porque la sangre
se coagula a los pocos minutos de estar en contacto con el aire. Todos los intentos
para evitar su solidificación habían fracasado. Hasta que Agote lo logró. Ese 9 de
noviembre de 1914 , Luis Agote y su laboratorista Lucio Imaz, realizan la primera
transfusión utilizando su método. Fue un éxito. Este avance científico posibilitó
también la creación de bancos de sangre y la utilización de la técnica de aféresis.
Eran tiempos de la primera Guerra Mundial y la nobleza de Agote hizo que
inmediatamente ponga su descubrimiento a disposición de los países en
contienda para salvar la vida de miles de soldados


Nota: la imagen corresponde al Archivo General de la Nación