Francisco Javier Muñiz

 

Con apenas  12 años formó parte del ejército que luchó contra los ingleses en las Invasiones de 1807.  Desde joven sintió inclinación por la medicina, pero también por la carrera militar y la literatura. En 1814 ingresa al Instituto Médico Militar, donde egresa seis años después como médico. En 1825, bajo las órdenes de Juan Lavalle, se desempeña como cirujano en Chascomús en el Cantón de Guardia que tenía como misión proteger la zona de los ataques de los pueblos aborígenes. Sin embargo, nunca dudó en atender a todo aquel que necesitara sus servicios como médico, sin importar en qué bando estaban. Tras un período de estudios y prácticas médicas, donde también se dio tiempo en sus investigaciones como paleontólogo, es llamado nuevamente al Ejército. Su labor como médico en la batalla de Ituzaingó fue heroica. En 1828 contrae matrimonio con Ramona Bastarte y se instalan en Luján por más de veinte años. En esa ciudad ofrecía sus servicios de manera gratuita a quien lo necesitara. A los 53 años regresa a Buenos Aires e incursiona en política a la vez que se dedica a la enseñanza de la medicina. Muñiz nunca dejó dejó de llevar una vida activa a pesar del paso de los años: participó en las Batallas de Caseros y Cepeda , además de desempeñarse como diputado nacional y senador provincial. A los 70 años participó de la Guerra de la Triple Alianza, donde elaboró un plan médico para asistir a los soldados argentinos. Ya retirado de la vida pública llega la epidemia de fiebre amarilla. Muñiz asiste a una familia enferma y se contagia. Fallece en abril de 1871 a los 75 años. El Hospital de Enfermedades Infecciosas de la Ciudad de Buenos Aires lleva su nombre en homenaje a una vida dedicada a la salud de los argentinos.

Nota: la imagen pertenece al sitio argentina.gob.ar