Tercer hijo de cinco de una familia aristocrática, Antoine llega a Buenos
Aires y se aloja durante un tiempo en un lujoso hotel de la época: el
Majestic. Su llegada al país tenía como objetivo incorporarse como
director de la Aeroposta, la filial local de la empresa europea Compagnie
Generale Aeropostale. Saint –Exupéry aprende a volar en 1921, cuando se
incorpora a la fuerza aérea francesa. Fue enviado a nuestro país con la
orden de activar la ruta aérea entre Buenos Aires y Comodoro Rivadavia ,
terminando las operaciones en Tierra del Fuego. También realizaba vuelos
al norte argentino, al litoral y Brasil. En nuestro país se dedicaba además a
su otra gran pasión: la literatura. Su premiada Vuelo Nocturno la escribió
en un departamento sobre la calle Florida. También en nuestra ciudad
conoce a su gran amor: la salvadoreña Consuelo. Tiempo después se supo
que Consuelo era la rosa de su obra máxima: El Principito. Saint-Exupéry
además de encontrar el amor tuvo muchos y buenos amigos en el país,
con los que compartía frecuentes salidas nocturnas . El piloto dijo en más
de una ocasión que se sentía tan cómodo en Argentina como en su propio
país. Se fue de Buenos Aires luego de vivir dos años , nunca más pudo
regresar, aunque en distintas oportunidades tuvo la intención de hacerlo.
Nota: la imagen pertenece a Infobae