ASUNTOS CULTURALES Y PATRIMONIALES

31 de mayo: Día de San Telmo
Los orígenes del barrio se remontan al siglo XVII. Por su cercanía al Puerto
de los Navíos, se lo conocía como “el barrio del puerto” En un comienzo
toda la zona estaba poblada por trabajadores del puerto y se encontraba
por fuera del pequeño casco urbano de entonces. Recién el 31 de mayo de
1806 se construye la Parroquia de San Pedro González Telmo, que le da
nombre al barrio. En un pequeño hueco sobre la actual calle Defensa, se
estableció a fines del siglo XVIII un lugar de parada para las carretas que
llegaban con mercaderías desde el Riachuelo. En 1860 abre allí un
Mercado, en el mismo lugar donde actualmente está el famoso Mercado
San Telmo. En 1867, la plaza del barrio toma el nombre de Dorrego, que
aún conserva. Con el paso del tiempo, San Telmo fue elegida como lugar
de residencia por acaudaladas familias patricias. Familias que
construyeron costosas mansiones en el barrio y dejaron atrás, en aquella
época, la antigua fisonomía del barrio habitada por humildes trabajadores
portuarios. La epidemia de fiebre amarilla que azota a la ciudad en 1871,
vuelve a cambiar las características del barrio. Las familias pudientes se
alejan del río y de las inundaciones y se mudan al norte de la ciudad. Las
viejas casonas deshabitadas son alquiladas a los inmigrantes de todo el
mundo que llegaban por la misma época. Los llamados “conventillos”
eran, en realidad, grandes viviendas con muchas habitaciones y pocos
baños, donde se hacinaban los humildes inmigrantes que llegaban al país
en busca de un mejor destino. En las décadas siguientes el barrio sufrió
una grave decadencia que llevó a la Municipalidad de Buenos Aires a
tomar en cuenta un proyecto del arquitecto Antonio Bonet de demoler el
barrio para crear otro con características más modernas. Por suerte, la
idea no prosperó. Lo que lamentablemente sí ocurrió es la demolición de
históricas construcciones de gran valor histórico y patrimonial. En 1970
todo cambia. El arquitecto José María Peña crea en la Plaza Dorrego la
Feria de Cosas Viejas y Antigüedades. Con el paso de los años fue
surgiendo un polo de atracción de anticuarios y miles de turistas. Fue el
puntapié inicial para convertir de a poco a San Telmo en uno de los puntos
turísticos más importantes de la ciudad. Las casas centenarias salvadas de
la demolición, las calles empedradas, los antiguos aljibes de los patios, los
puestos de antigüedades, sus artistas callejeros, los tangos desde un viejo
altoparlante y sus museos, hacen de San Telmo un barrio único. Como
parte del Casco Histórico de la Ciudad, es un lugar perfecto para descubrir

algo del pasado porteño. Pero es además, un espacio vital y vibrante con
una intensa movida nocturna promovida por sus decenas de cafés y
restaurantes de todo tipo.
Nota: la imagen corresponde a Buenos Aires Connet