Desafiante de prejuicios y convenciones propias de la época, Lola fue una de las artistas más brillantes del siglo que la vio nacer. Salteña de nacimiento, pero tucumana por adopción, nació el 17 de noviembre de 1886. Comienza sus clases de arte desde muy joven con  el brillante artista  italiano Giacomo Doménico Falcucci. El gobernador de Salta, Delfín Leguizamón, queda maravillado por su talento y le solicita una colección de retratos. Ese fue el principio de su reconocimiento en los ámbitos artísticos e intelectuales. En esa época viaja a Roma, donde su fama como artista se extiende por toda Europa, Desde nuestro país le llovían pedidos, lo que la motiva a regresar. En una época donde las mujeres se casaban casi adolescentes, Lola rompe barreras. A los 42 contrae matrimonio con Luis Hernández Otero, 17 años menor. Unos años más tarde se separa, lo que no hizo más que fomentar las críticas por su "vida escandalosa" Su obra más importante, entre sus numerosos trabajos, fue La fuente de las Nereidas, ubicada hoy en Costanera Sur. Los desnudos de las esculturas provocaron numerosas críticas en el clero y en parte de la sociedad ,lo que derivó  en un escándalo. La respuesta de Lola fue: "...Lamento profundamente que el espíritu de cierta gente hayan primado sobre el placer estético de contemplar un desnudo humano, la más maravillosa arquitectura que haya podido crear Dios"Alrededor de 1920 abandonó la escultura para dedicarse a otros proyectos. Lola Mora, artista inmensa, y una mujer valiente y trasgresora, muere en junio de 1936, con sus salud mental muy deteriorada. Sus restos descansan en su amada Tucumán.

Nota: la imagen pertenece al Ministerio de Cultura Argentina