En el mes de la Maratón Nacional de Lectura, finalizamos el ciclo Yo te Cuento Buenos Aires el miércoles 26 de septiembre a las 18 horas en la Biblioteca “Esteban Echeverría” de la Legislatura con entrada libre y gratuita.. En esa oportunidad participaron Ariel Klein, Jorge López y Ludo Miguenz, cuyos cuentos fueron seleccionados y premiados para formar parte de la edición Yo te cuento Bs.As. VII, al finalizar las lecturas, los auotres firmaron ejemplares que se distribuyeron entre los presentes.

INFO PROGRAMA

Siguiendo con la tradición del Yo te cuento Buenos Aires, que se propone difundir a los escritores seleccionados para formar parte de sus antologías, la Biblioteca de la Legislatura abrió sus puertas a los escritores y a sus lectores. Nos reunimos para escuchar a Ariel Klein, Jorge López y Ludo Miguenz, cuyos cuentos fueron seleccionados y premiados para formar parte del Yo te cuento VII. Al finalizar las lectura, los autores firmararon ejemplares.

Ariel Klein

Leyó su cuento “Nosotros y el laberinto”. Dice Ariel: Nacido en Boedo y criado en Parque Chas. Soy Diseñador de Imagen y Sonido, de la Universidad de Buenos Aires, y el primer desafío-teniendo en cuenta mi formación- es siempre evitar escribir un relato audiovisual. Creo en la espontaneidad a la hora de escribir y por ello mis producciones son concebidas, gestadas y nacen sólo minutos antes del cierre de cualquier convocatoria. No creo en las ideas brillantes, todos podemos tenerlas. El mundo se divide, a mi entender, entre quienes sueñan ideas constantemente y quienes despiertan de ese sueño para llevarlas a cabo.

Jorge López

Leyó su cuento “3 pasos”. Dice Jorge: Nací y transité la adolescencia en Nueve de Julio, Provincia de Buenos Aires. De chico leía historietas en cámara lenta. Odiaba que terminaran. Pronto descubrí a Verne y a Scott, entre otros. Después de cursar estudios universitarios en La Plata me radiqué en el “9”. Con Susana tuvimos tres hijas, entonces vinieron los “chicos” de las chicas y tres nietos. Un día llegó el despegue literario y, de corajudo, volé. De no ser por las atinadas correcciones del que sabe, habitaría la estratósfera. Hoy, mientras cocino una novela a fuego lento, voy sacando uno que otro relato del horno. Algunos, como “SOLO”, fueron saludados. En fin, mi biografía palpita en cada historia. Escribir con fruición pulveriza el tiempo, lo reduce a escombros. Ojalá que pueda devolverle a la literatura una ínfima parte de todo lo que me dio.

Ludo Miguenz

Leyó su cuento “Mi bunker, Buenos Aires”. Dice Ludo: Me pasé horas haciéndome el que estudiaba. A los 10 años hacía como que hacía la tarea de matemática. Hoy, a mis 24 años, ya no me miento —tanto—, lo acepté como inevitable. Vivo para esos eurekas que unen una excelente idea con la carne de las letras, que me tientan a volver a besar, palabra por palabra, toda la cultura que sea necesaria para alcanzar el próximo eureka. Estudio Counseling para tener tiempo de escritura y una excusa para conocer corazones ajenos. Estoy adentrándome en la escritura gracias a Marcelo di Marco. Leo cada vez más, con mayor gusto y con una atroz falta de memoria.